Cuando conoces bien una cosa raramente te defrauda: sabes a qué atenerte. Con Franz Ferdinand pasa lo mismo. Cuarto concierto que les vemos. Cuarto concierto que arrasan. Suenan muy bien, tocan mejor, se dejan la piel y tienen material para mover a la masa. Es el plan perfecto para irse de concierto con unas birras. Desgraciadamente el lugar del concierto era la Ciudad de las Artes y allí ni te dejaban llevar cerveza ni la vendían. En eso se ha convertido el rock: marketing para una emisora concreta (MTV) y poco más. Ante esto FF lo tienen claro: ofrecen hedonismo, buen gusto, buenos ritmos y los ingredientes para pasar algo más que un buen rato. Quizás The Killers deberían aprender cómo se da un concierto de estos chicos escoceses....
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